CABEMOS
TODOS
Fiesta
Todos los santos 2015
La liturgia nos trae hoy un
texto revulsivo lo que nos dice, lo que nos pide no es lo habitual, no es lo
que cotidianamente escuchamos, ni el ambiente en el que nos movemos existimos y
somos. Es otra cosa, nos indica otro modo de vivir y nos da otros criterios
para la búsqueda que todos, de una
manera o de otra realizamos, la búsqueda de la felicidad.
Habitualmente escuchamos
“bienaventuranzas”, consejos que, de seguirlos, aseguran que nos harán felices:
serás feliz si juegas si compras el cupón “porque no tenemos sueños baratos”.
Serás feliz si optas por una determinada marca de coche, de colchón o de nevera. Eres feliz si
consigues pagar la hipoteca sin sobresaltos, si adquieres la última generación
de móvil. Una felicidad basada en un golpe de suerte, en tener cosas, en tener
prestigio, en tener un buen desahogo económico. En tener, tener, tener…
Pero Jesús da la vuelta a la
tortilla. Su Reino no es de este mundo por tanto no se rige por esos criterios.
La felicidad que propone Jesús no la da
el tener sino el ser.
Alguien (1) revolucionó el pensamiento
moderno con el empeño de invertir valores y subvertir conciencias pero el
verdadero subversivo fue Jesús. Con sus Bienaventuranzas cambió los criterios
de felicidad y revolucionó nuestra mente. La felicidad ya no
es adquirir, poseer, la felicidad consiste en ser. Ser
misericordioso, ser limpio de corazón, ser trabajador por la paz, ser justo, ser manso incluso
ser perseguido o el hazmerreír, menospreciado por ser creyente y seguidor de
Jesús.
Pero hay más, en el mensaje de Las
bienaventuranzas encontramos otro aspecto. Jesús habla del pobre, del que
llora, del que sufre, del que, en definitiva, tiene limitaciones y por tanto
habla de nosotros, de cada uno porque todos somos menesterosos, lloramos, nos
sentimos inhábiles para el Reino y sin embargo escuchamos de Jesús que su Reino
es el nuestro. En su reino caben todos, todos caben
Sor
Áurea
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